Etapa5
Inicio: Cercedilla (1118m)
Destino: Alto del León (1511m)
Distancia: 25.83km
D+ 1199m
D- 875m
La etapa comienza en la parte S de Cercedilla, por lo que tenemos que atravesar el pueblo hacia el NO para tomar la carretera a Camorritos, que transcurre paralela a las vías del tren que van a su estación. Llegamos a una placa homenaje a José Aguinaga, promotor de la colonia de Camorritos. En ese punto, aparecen dos caminos de tierra a un lado de la carretera: el situado a la izquierda se dirige directamente al Puerto de la Fuenfría y el otro presenta marcas blancas y rojas de GR10. Es este último es el que se debe tomar.
Pocos metros después, tras las últimas edificaciones, se llega a una valla con una puerta de paso, en la que comienza la Vereda de las Encinillas. Se trata ésta de una senda arbolada, de pendiente prominente y terreno irregular, con piedra suelta, a través del cual vencemos todo el desnivel hasta la Carretera de la República.
Vereda de las Encinillas |
En dirección N constantemente, tras sobrepasar la Loma del Monte, llegamos a la Pradera de Navarrulaque, punto de encuentro con la Carretera de la República en el momento en que esta efectúa una curva a izquierdas, la cual tomamos sin abandonar el sentido de la marcha. Esta carretera nos llevara directamente al Puerto de la Fuenfría.
Se trata de un tramo cómodo, por la calidad del terrenos y los inexistentes desniveles, en el que podemos abastecernos de agua en una de sus fuentes.
Carretera de la República
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La Carretera de la República fue un proyecto inconcluso iniciado en el año 1930 que pretendía conectar a través de esta vía Cercedilla y Valsaín. Las obras fueron paradas gracias a las protestas de los guadarramistas. Por lo que finalmente se convirtió en una pista forestal en la que podemos disfrutar durante los días despejados de las vistas del sus miradores, como por ejemplo el Mirador de la Calva.
El Puerto de la Fuenfría (1792 m) constituye un importante cruce de caminos, pues además de los mencionados, nos permite descender por la Calzada Romana (S), tomar el Camino de Santiago (N), ascender a Cerro Minguete y Montón de Trigo (O) o dirigirnos al Camino Schmid tomando la Senda de los Cospes (E).
Para seguir por el GR10, se debe tomar la Vereda del Infante (SO), continuación de la anterior Carretera de la República la anterior siguiendo el giro natural que hace la pista. Este tramo, similar al que nos ha llevado hasta la Fuenfría, tiene tendencia general descendente hasta el Collado de Marichiva (1753 m). En este punto, se abandona la pista para cruzar una valla de piedra a través de la puerta habilitada para tal fin, y comienza el ascenso, de manera constante y dura, a la Peña del Águila. Se trata de un tramo ancho de tierra y piedra suelta, con raíces y ramas que dificultan el ascenso con el terreno mojado. Transcurre entre árboles aunque a medida que ascendemos el terreno se abre. Cerca de la cumbre, la senda se sitúa paralela a otra pequeña valla de piedra que no cruzamos hasta la cumbre (2007 m), punto más elevado del GR10 en Madrid.
El descenso hasta el Collado de Cerromarmolejo (1774 m) se realiza por un camino estrecho de mala calidad, entre piedras, árboles y arbustos. A mitad del descenso, es necesario cruzar una valla nueva de piedra. Una vez en el collado, comienza muy pronto el ascenso a La Peñota (1945 m). Se trata de un ascenso más corto que el anterior, pero también duro. La Peñota o Pico Carpentier, consta de tres cumbres de granito, siendo la central la principal. La travesía de sus cumbres es uno de los puntos más alpinos del GR10, y se realiza cambiando de vertiente varias veces y dejando peligrosas caídas al lado del recorrido. En gran parte del descenso, se camina en paralelo a la valla de piedra que sirve de referencia y que marca el límite provincial.
Vista de La Peñota desde el GR10 |
Durante el descenso, se puede observar, si la niebla lo permite, el resto del recorrido hasta el final de etapa, distinguiendo sucesivamente el Cerro del Mostajo (1718 m), Peña del Cuervo (1705 m), Cerro de Matalafuente (1674 m), Peña del Arcipreste de Hita (1529 m) y Cerro de la Sevillana (1557 m), y el camino que debemos de seguir. Son todos estos ascensos y descensos ligeros. En alguno de estos cerros podemos encontrar sendas paralelas, todas ellas convergentes, alambradas con puertas para el paso de excursionistas y ruinas de edificaciones, algunas de ellas de búnkeres de la Guerra Civil. Como referencia, sirven también las líneas de alta tensión y muy alta tensión que se cruzan en varias ocasiones, y ya cercano al Alto del León, el pequeño refugio-bunker del Cerro de la Sevillana. Desde La Peñota, la dirección a seguir es constantemente SO.
Descenso desde La Peñota. La niebla y la lluvia nos acompañó toda la jornada |
El objetivo de esta etapa era alcanzar el bunker situado en la cima de Cabeza Lijar (1822m), donde pasaríamos la noche. A ultima hora de la tarde, una importante tormenta eléctrica acompañada de una fuerte lluvia nos sorprendió, lo que hacía peligroso ascender las descubiertas laderas de este pico. Así que decidimos finalizar la etapa en el Alto del León y realizamos el último tramo de esta jornada atronchando y a la carrera.
Señalización: Se trata de una de las etapas con mejor señalización y menos dificultad de orientación. Una vez enlazado después de la pernocta en Cercedilla pueblo, el GR10 se encuentra bien señalizado prácticamente hasta el final, si bien las principales dificultades aparecen porque existen diferentes alternativas, incluso en algunos casos todas ellas señalizadas. Sin embargo, la mayoría son convergentes y la elección no varía el destino.
Dificultad: Se trata, sin duda, de una de las etapas más exigentes. El desnivel acumulado y el terreno más montañoso, muy pedregoso y expuesto a caídas, aportan un grado de dificultad. Además, la subida por la Vereda de las Encinillas, la subida y bajada al Cerro del Águila o los últimos cerros antes del Alto del León, presentan suelo de piedra suelta y/o restos de vegetación, que en situación de humedad resbalan y dificultan el avance. El descenso de La Peñota se caracteriza por ser largo y muy pedregoso. Sin embargo, todas estas dificultades hacen de esta etapa una de las más atractivas del GR10 para los amantes de la montaña.