La diferencia entre lo que uno espera y lo que realmente sucede es la chispa de la fascinación. Cuando uno prepara un viaje durante mucho, mucho tiempo, el inconsciente dibuja azarosos bocetos de cada lugar sin atender a la dialéctica, pretendiendo dilatar ciudades pequeñas y llenar de nieve lugares calientes.
No todo lo que esperábamos sucedió ni todo lo que sucedió era esperado, por este motivo nuestro viaje por Dinamarca nos ha dejado muy satisfechos, porque apareció la fascinación y la fascinación alimenta las ganas de aventura. Han sido muchas vivencias y las positivas superan claramente a las negativas. Algunas de ellas se describen mejor a través de imágenes.
Primera noche en el camping de Koge.
Puente sur en la isla de Masnedo.
Muelle de Spodjberg.
Casa museo de H. C. Andersen en Odense.
Castillo de Kronborg en Helsingor.
Tumbas en montículos en la localidad de Vinding.
Castillo de Frederiksborg en Lillerod.
Bicicleta con truco.
Castillo de Christiansborg en Copenhague.
Cocinando donde el camino lo exija.
Vejle.
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