Etapa 2: La Cabrera - Miraflores de la Sierra

Etapa 2

Inicio: La Cabrera (1088m)

Destino: Miraflores de la Sierra (1147m)

Distancia: 24.63km

D+ 566m

D- 488m

 El comienzo de la etapa bajo el Pico de la Miel

Abandonamos La Cabrera por la calle de la Subida al Convento. Se trata de una carretera asfaltada que permite salir de la población y acceder al recinto del Convento-Monasterio de San Julián y San Antonio a través de una suave ascensión.

 Carretera de acceso al convento de San Antonio

La construcción de este convento se calcula en el siglo XI. Su particular estructura además de su reciente restauración lo convierten en un monumento único. No solo existe horario de visitas, si no que además podremos asistir a las múltiples actividades culturales en él.

Al sur del Convento de San Antonio nos encontramos con el castro de Arévaco, una excepcional atalaya de 1.257m de altura desde donde podemos contemplar unas fantásticas vistas. Este lugar toma su nombre de la tribu pre-románica de los Arévacos que llegaron a poblar, entre otros territorios, las zonas norte y oeste de la Comunidad de Madrid.

Una vez se bordea el convento de San Antonio, la carretera hace una curva brusca a la derecha para llegar al edificio. En esta misma curva, aparece una senda a la izquierda con una señal de GR10 que hay que tomar.

 Desvío en el que abandonamos la carretera de acceso al Convento de San Antonio

La senda que abandona la carretera es estrecha y transcurre entre mucha vegetación y piedras. En esta parte, aparecen señales de GR10 dispersas y en mal estado pero la senda es evidente. A menudo aparecen bifurcaciones, pero la dirección este de la senda es clara. Existe un camino alternativo unos 50 metros más al N, que transcurre paralelo, pero que no difiere en recorrido ni dificultad. 

Poco a poco, la senda se abre en cuanto a vegetación y comienza un suave ascenso por terreno de arena y piedra suelta, hasta culminar una portilla desde la que se puede ver Valdemanco, siguiente localidad en el camino.

 Llegada a Valdemanco

 

 Frente al Ayuntamiento de Valdemanco

 

Por el mismo camino, se desciende hacia Valdemanco dejando a la izquierda el cementerio y el polideportivo municipales. Hay que atravesar el pueblo para salir al N por la calle del Caño, donde hay una fuente de agua potable. Nos enfrentamos a una casa de color marrón, que tiene a la izquierda una antigua marca de GR10. Sin embargo, obviamos esta marca y giramos a la derecha, por un camino con piedras en mal estado, y rodeamos las fincas. Este camino nos lleva a un cruce de pistas donde se encuentra una escuela de cantería. En este lugar no hay señalizaciones, pero debemos continuar en la dirección de la marcha, subiendo, y girando a la izquierda. De esta manera, se toma una senda que transcurre entre fincas.

Mas adelante aparece una bifurcación. Continuaremos por la opción de la izquierda, en paralelo a la valla de piedra. Al comenzar a girar la valla, hay una nueva bifurcación, esta vez abandonamos la valla de piedra y tomamos el camino de la derecha. La senda poco a poco se abre y deriva en una gran pista de tierra, que transcurre en dirección E-SE. De este camino salen varias sendas, pero no hay que abandonarla ya que nos dirige directamente a Bustarviejo. Durante todo este trayecto, no observamos ninguna señal de GR10, pero comparte recorrido con la Cañada Real Segoviana hasta el final de etapa.

Quinientos metros antes de entrar en Bustarviejo, se enlaza con la M-610. La salida de esta población se realiza por la calle Puerta del Cura, que deriva directamente a una pista que no hay que abandonar hasta Miraflores de la Sierra. El único punto conflictivo de este tramo se encuentra en el nacimiento del GR10.1. Ésta bifurcación aparece cuando volvemos a encontrarnos con la M-610 y observamos el campo de fútbol al otro lado de la carretera (N 40°51´33´´, O 03°43´33´´, aproximadamente). La alternativa GR10.1 cruza la M-610 en dirección N-NO, mientras que el GR10, por donde tenemos que continuar hacía el O en paralelo a una alambrada que delimita una finca privada. Esta pista, que gira de dirección O a S en una curva muy grande, transcurre por la ladera de Cabeza Arcón (1.558 m) y siguen compartiendo camino con la Cañada Real Segoviana.

Cuando la senda transcurre completamente en dirección S, aparecen dos ramales: uno ascendente y otro descendente para situarse a la vera del Arroyo del Verdino, que viene del NO para discurrir en dirección S. Ambos caminos convergen a la entrada de Miraflores, antes del puente sobre el que discurre una vía ferrea. En nuestro caso, tomamos la senda superior con el fin de obtener mejores perspectivas.

Constatemente en dirección S. El camino pierde altitud hasta encontrarse con el arroyo y la senda alternativa que transcurría junto a él. Sin llegar hasta el puente antes descrito, aparece otro de menor tamaño y deteriorado, con un agujero a la mitad del mismo. Cruzamos el pequeño puente. Este desemboca en una cuesta de tierra blanda que hay que subir para llegar a la parte trasera de los primeros chalets de El Peralejo. Tras rodear los chalets, llegamos a la calle del Río Guadarrama. Esta calle nos lleva a una vía pecuaria, en paralelo a la vía del tren. Cruzamos una carretera adoquinada, que hacia la izquierda lleva a la estación de tren de Miraflores de la Sierra. Seguimos las indicaciones de vía pecuaría.

A través de este camino llegamos a Miraflores de la Sierra. Decidimos desviarnos del camino para avituallarnos y descansar. Si no se desea entrar en el pueblo, hay que bordearlo por el S, siguiendo la vía pecuaria, hasta encontrar marcas verdes y blancas. Estas marcas nos llevarán hasta el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares.

Este parque es la mayor zona protegida de la Comunidad de Madrid al contar con más de 50,000 hectáreas. Su alto valor ecológico y paisajístico fue reconocido desde la aparición de los primeros naturalistas. Hecho por el cual fue declarado Sitio Natural de Interés Nacional ya en el año 1930, pasando a su actual condición de Parque Regional el 23 de enero de 1985 e incluso siendo reconocido por la UNESCO como Reserva de la Biosfera en 1993.

Debemos agradecer a la Policía Local de Miraflores de la Sierra la atención y amabilidad con la que nos trataron a nuestro paso por este municipio. Después de tantos kilómetros en solitario, aportaron un punto de humanidad a esta etapa

Señalización: En el primer tramo desde La Cabrera hasta Valdemanco existen señales visibles que permiten seguir el camino, pero no todas las necesarias.

Desde Valdemanco hasta Miraflores no existen prácticamente señales.

En toda la etapa, los caminos son lo suficientemente evidentes para no perderlos con ayuda del GPS. En caso de no utilizar este, es posible tomar alguna de las múltiples alternativas que aparecen.

Dificultad: Al igual que en la etapa primera, el exceso de peso sumado a los pequeños desniveles existentes (por ejemplo, portilla hacia Valdemanco o subida antes de Miraflores) hacen que aumente la dificultad. Sin exceso de equipaje, es una etapa asequible.