Etapa 3
Inicio: Miraflores de la Sierra (1174m)
Destino: Manzanares el Real (908m)
Distancia: 14.34km
D+ 110m
D- 268m
En esta etapa despertamos en la entrada del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, a unos 3 o 4 kilómetros del centro urbano de Miraflores de la Sierra
Este parque es la mayor zona protegida de la Comunidad de Madrid al contar con más de 50,000 hectáreas. Su alto valor ecológico y paisajístico fue reconocido desde la aparición de los primeros naturalistas, hecho por el cual fue declarado Sitio Natural de Interés Nacional ya en el año 1930, pasando a su actual condición de Parque Regional el 23 de enero de 1985 e incluso siendo reconocido por la UNESCO como Reserva de la Biosfera en 1993.
La Pedriza vista desde Miraflores de la Sierra
En caso de dormir en el centro urbano de Miraflores de la Sierra, para continuar el camino hay que llegar a la pista que entra al Parque Regional. Desde el centro, hay que bajar hasta la Cañada Real Segoviana, por la que llegamos a esta localidad desde Bustarviejo en la jornada anterior. Existen muchas posibilidades para enlazar con esta pista que bordea por el S Miraflores de la Sierra. Al comienzo de la etapa, el GR10 está marcado con señales verdes y blancas, mientras que la rojas y blancas escasean.
El GR10 cruza dos carreteras simultáneamente: la M-626 que discurre hasta Guadalix de la Sierra y la M-611 que nos lleva hasta Soto del Real. Pocos metros después de esta última, entramos en el Parque Regional, delimitado por una valla de piedra y una puerta para el acceso de vehículos. Una vez que hemos entrado en el Parque por esta pista, la senda no tiene pérdida hasta Manzanares el Real. Además para situarnos contaremos con la visión de la Pedriza, que hay que rodear, y posteriormente con el embalse de Santillana. En el primer tramo de esta etapa hay una ayuda adicional que supone la señalización para la finca “Jacaranda”, por delante de cuya puerta debemos pasar sin remedio.
Posteriormente, el camino vira al S (aproximadamente N 40°47´30´´, O 03°47´80´´) durante 1 km. El giro se produce tras pasar la Capilla de San Blas, reconstruida entorno a 1960 en forma de humilladero. En este punto, tomamos con referencia un pequeño arroyo que debemos seguir en paralelo, rodeando La Berrocosa, un cancho de piedras típico de esta zona. Retomamos la dirección SO en el siguiente cruce de pistas.
Hay que continuar por la pista en dirección SO, desatendiendo cruces con otras pistas y senderos. Tras un tramo asfaltado, aparece una pista no asfaltada que tomaremos, ya que la pista asfaltada va dirección a El Soto. Pocos metros después, hay otra bifurcación, donde continuaremos por la izquierda.
Más adelante, encontraremos un cruce con otra pista ancha. La pista que sale a la derecha, lleva al corazón de La Pedriza, concretamente al Collado de la Dehesilla. Esta posibilidad constituye una alternativa muy interesante si se desea pasar por La Pedriza o pernoctar en el Refugio Giner de los Ríos. En cambio, no pasa por el pueblo de Manzanares el Real. Así que nosotros continuamos recto.
Poco a poco, el camino adquiere dirección S, bordeando la Pedriza. De esta manera, nos encontramos de frente con la carretera M-608, que cruzamos por un paso inferior. Una vez al otro lado de esta carretera, giramos a la derecha para continuar paralelos a ella y bordeando el embalse de Santillana o de Manzanares el Real.
Embalse de Santillana
A medida que nos acercamos al pueblo de Manzanares, podemos observar alguno de sus elementos singulares, como la estatua dedicada a la Peña el Gato, del escultor Cruz Solís o su castillo, que podremos visitar.
Castillo de Manzanares el Real
En este punto, existe la opción de finalizar la etapa en el pueblo, o continuar el GR10. Esta segunda opción precisa rodear Manzanares por el S, hasta tomar una pista que transcurre paralela la carretera que lleva a la entrada de La Pedriza.
A mitad de camino nos inteceptaron dos amigos: Jorge Ibáñez y Ángela Diez. Tras conocer nuestra aventura por la red se interesaron en ayudarnos, una oferta que no rechazamos. Nos sorprendieron con unas judías cocinadas en hoya de barro que nos devolvieron a la vida. Durante esta tercera etapa, de menor dificultad que las anteriores, acusamos como la dieta a base de pasta deshidratada y fruta envasada comenzaba a hacer mella en nuestros mal acostumbrados estómagos.
Jorge Ibáñez, Ángela Diez y los hermanos Terrón
La guinda final de este día la puso el Ayuntamiento de Manzanares el Real. Óscar Cerezal, Alcalde de este municipio, nos recibió y ofreció una dependencia para poder pasar la noche. Un detalle que nos permitió olvidarnos esa noche de los inconvenientes de la tienda de campaña.
Señalización: En toda la etapa, aparecen muy pocas señales de GR10, aisladas y en mal estado. Desde Miraflores de la Sierra, el GR10 coincide en recorrido con el SL-03, señalizado con marcas verdes y blancas. Estas señales nos dirigen hasta bien entrado el Parque Regional. Durante el resto del camino hasta Manzanares, aunque carece de marcas, es complicado perder el camino.
Dificultad: Esta etapa transcurre completamente por pista de tierra (a excepción de un mínimo tramo asfaltado) ancha y lisa. Prácticamente no hay desniveles. Una vez que llegamos a Manzanares, si continuamos el GR10, existe un mínimo desnivel hasta la puerta de entrada a La Pedriza.
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